miércoles, 22 de marzo de 2017

¡A por gurumelos!

Van ya para cuatro temporadas que los alumnos del Colegio Rural Agrupado “Extremadura” vienen desarrollando un proyecto de acercamiento al medio físico y social de las localidades que conforman nuestro centro. Dentro del proyecto de aprendizaje titulado “Los caminos de AVAL” los chicos y chicas de 5º y 6º de Primaria exploran el entorno, descubren sus características, estudian las particularidades del mismo y, en definitiva, se aproximan a las múltiples dimensiones que la naturaleza despliega a su alrededor.
Este curso venimos examinando la cocina de subsistencia que llenó los hogares de nuestra comarca en los duros años del hambre, con productos como la tagarnina, el espárrago o el gurumelo. En paralelo venimos elaborando un fichero de plantas aromáticas con las que se aderezaban los diferentes platos de nuestra gastronomía comarcal.
Pues bien, el pasado viernes 10 de octubre, los alumnos de 3º, 4º, 5º y 6º del distrito de La Lapa, con la compañía de varios padres y madres, se pusieron en marcha para recorrer uno de los caminos del entorno que más interés paisajístico suscita entre sus vecinos: las piedras de María Alonso. Íbamos en busca de gurumelos y volvimos cargados de espárragos. Y es que aunque las condiciones climáticas de las semanas anteriores habían sido buenas (lluvias abundantes, seguidas de unas jornadas de sol y temperaturas suaves e incluso altas), todavía eran fechas tempranas para la recolección de la preciada seta de primavera.

Y esta es la crónica colectiva que los alumnos han redactado de la ruta.



Los niños de 3º a 6º de Educación Primaria de La Lapa salimos del colegio y caminamos por el nuevo Paseo de la Piscina. Terminando el Paseo, cruzamos la carretera EX 320 y nos adentramos en el camino de Villegas o de Cuatro Vientos (antiguo Camino de la Fuente del Maestre). Es un camino pedregoso, pero no incómodo. A medida que avanzábamos íbamos subiendo en altura, bordeando la sierra que delimita nuestro pueblo por el noreste. A ambos lados del camino se pueden observar dehesas de encinas y alcornoques donde pastan cerdos y vacas. Llegando a una cancilla, que da paso al cortijo de “Cuatro Vientos”, giramos a la derecha y continuamos la pista forestal. Junto a una curva de 90º, a la derecha, aparece una cancilla con un código numérico de entrada que es posible cruzar por un apretado paso aguantando la respiración. Entonces comenzamos a ascender por un estrecho sendero hasta que llegamos a una preciosa charca natural, donde croaban las ranas y nos detuvimos a almorzar. Luego seguimos el sendero hasta una pared de piedra desde la que según íbamos subiendo se divisaban otras charcas y las poblaciones de Zafra, la Fuente, Villafranca, Almendralejo, etc. En paralelo a la pared alcanzamos el punto más alto, cercano a los 600 metros de altitud, y desde el que empezamos a ver nuestro pueblo. Anduvimos durante 100 ó 200 metros por la cresta de la sierra, haciendo fotos a las pequeñas setas, a los arbustos como la retama, la jara y el torvisco, y a los espectaculares alcornoques. Después saltamos una alambrada y empezamos a descender en dirección a nuestro pueblo.
De toda la ruta lo que más nos divirtió fue ir cogiendo espárragos, observar patos en la charca, las carreras de una perdiz monte arriba y los “culazos” de algún compañero cuando buscaba espárragos.