Los caminos de Aval: De la sierra al valle

El pasado 2 de diciembre, los alumnos de La Lapa, junto a algunas de sus madres y maestros, dieron comienzo a las actividades de un nuevo proyecto que trata de aunar aprendizaje, espíritu emprendedor y servicio a la comunidad y que hemos denominado "Los caminos de Aval".

Recordemos que este proyecto persigue la identificación, el conocimiento, la señalización y puesta en valor social de algunos de los caminos del entorno de Alconera, Valverde de Burguillos, Atalaya y La Lapa.

De esta primera salida recogemos aquí debajo las impresiones de uno de nuestros alumnos del tercer ciclo de Educación Primaria.

Hoy hemos salido desde el colegio los cursos tercero, cuarto, quinto y sexto para practicar una nueva actividad de Junior Emprende. Hemos salido desde el colegio y pasado por la calle de Samuel con los maestros y las madres. Después seguimos hacia el convento de san Onofre y vimos el marco de una casa del pueblal proyecto o hecho con granito. Hicimos fotos y cuando salíamos del pueblo nos encontramos a Óscar, que es el dueño del convento.

Seguimos el camino adelante y vimos olivos, encinas, higueras, chaparros...

Subimos hacia el convento y había una cuesta muy empinada, con un 18% de pendiente.

Paramos en el convento a descansar un poco y subimos por un camino hasta llegar al Coto. Cuando miramos hacia arriba vimos una gran bandada de buitres rodeándonos a muy baja altura.

También nos acercamos a ver los guarros del tío de Lorenzo. Luego, seguimos hacia adelante y observamos hacia un lado y otro del camino encinas, esparragueras, zumaque y chaparros.

Cuando llegamos a la revuelta de la Hoya subimos hasta el cortijo del marqués de Selva Alegre y vimos en la pared del cortijo una inscripción que decía: "Cortijo de Hoya de Olivares, de siglo XVII". Allí hicimos un pequeño descanso.

Seguimos hacia abajo y vimos distintas plantas: peralas, encinas, chaparros, zumaques...

Cuando llegamos abajo cruzamos la carretera y las madres regresaron al pueblo, pero nosotros seguimos la Colada de los Leñadores. Nos sorprendió mucho ver un perro abandonado que nos siguió hasta llegar a los merenderos.